A un año del término del sexenio del presidente Felipe Calderón en México, el mundo político mexicano se encuentra inmerso en la preparación de las elecciones presidenciales del 2012, con los diversos partidos políticos preparando sus candidatos para la competencia. Si nos atuviéramos a los resultados electorales de las elecciones intermedias del 2009, a los resultados de 15 procesos electorales a nivel estatal en el 2010 y a los resultados de las elecciones del 2011, las tendencias indicarían con claridad cómo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) está retomando su hegemonía anunciando un pronto retorno al poder ejecutivo. La competencia del 2012, sin embargo, tendrá sus propias particularidades inéditas y sus resultados dependerán de otros factores complejos todavía no muy claros por determinar. Se ofrecen diversas consideraciones para el análisis de este proceso político que podría anunciar otro nuevo rumbo para el país o la profundización del mismo modelo.
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