Cada cinco años se realizan elecciones presidenciales en El Salvador, Centroamérica. Cada tres años se realizan elecciones para diputados y presidentes municipales. Después de dos períodos consecutivos de gobernar el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en el país (2009 a 2019) perdió el poder del gobierno en 2019. Las elecciones legislativas de 2018 habían mostrado antes que podrían perder la presidencia para las elecciones nacionales del año siguiente. Efectivamente, surgió una novedosa opción política para el país con la elección del nuevo presidente electo Nayib Bukele en 2019. Con un método de análisis documental (libros, artículos, encuestas y estadísticas) y a partir de entrevistas con investigadores del área centroamericana, el autor sea pregunta el por qué la opción del FMLN, que había sido una organización guerrillera y que pudo llegar a tener la presidencia del país, provocó un desencanto en la población después de dos períodos consecutivos de gobierno. Hubo una insatisfacción generalizada por la creciente violencia en el país, por las divisiones internas de la organización y por una política social que no pudo reflejarse en la mejoría en la calidad de vida de los salvadoreños. La conclusión apunta a la gran dificultad de gobernar de un gobierno de izquierda que, en este caso, no pudo mantener sus promesas fundamentales y cómo los ciudadanos pudieron ejercer un voto de castigo y optar por nuevas opciones. La pregunta permanece sobre el nuevo proyecto de país que representa la figura emergente del nuevo presidente electo.