Haití inició en el siglo XIX con el primer proyecto de independencia. Le siguió México y casi todos las demás regiones que conformaban entonces la nueva España. Fue una gesta política heroica porque los habitantes de este continente empezaron a tener autonomía sobre su propio destino. Pero en la mayoría de los casos la independencia se convirtió solamente en un cambio de amos: en vez de dominar los españoles nacidos en España llegaron al gobierno los criollos, los españoles nacidos en la Nueva España. Así han pasado ya alrededor de 200 años y todavía hay estructuras opresoras en la mayoría de las naciones. Es necesario vislumbrar una segunda independencia en donde los gobernantes piensen realmente en los intereses del pueblo.
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